En un corredor colmado de estudiantes y profesionales, creo ver a Clara antes de que me la presenten, conversando con una elegancia pasmosa. El torrente de adjetivos que asocio a ella en el momento, se confirman cuando escucho su intervención en la inauguración del Máster de Emprendedores en Comunicación y Moda.
“Es un máster nuestro, pero sin caer en el provincianismo” comienza a decir. Habla con una enorme pasión contenida y respeto hacia todos los presentes. Cada una de sus palabras está impregnada de humildad, ilusión y agradecimiento, más aún cuando afirma con seguridad que, aunque forma parte de la docencia del máster, “yo también quiero aprender”.
Cuando al finalizar el acto la directora del máster, Concha Pérez, se acerca a mí, abandono mi asiento ansiosa por conocer a la autora de telademoda.com. Me recibe con una sonrisa dispuesta y mientras la sala se vacía intercambiamos palabras de cordialidad.
“Para mí es un peldaño más en mi carrera profesional” confirma cuando le pregunto sobre cómo afronta este proyecto. Es la primera vez que Clara Guzmán actuará como profesora, porque aunque asegura que “la docencia siempre me ha interesado”, hasta ahora su carrera profesional había estado enfocada al ejercicio del periodismo. También añade con modestia que “desde que me lo comentó Concha estoy preocupada por si estaré a la altura. Esta va a ser mi prueba de fuego”.
Ha trabajado en El Correo de Andalucía y como cronista nacional para ABC, cubriendo acontecimientos de tal magnitud como las pasarelas de Cibeles, Gaudí, Milán o París. En 2008, la crisis económica la arrastró consigo, ya que “la empresa decide que nos tenemos que ir los más antiguos”, pero habla de su trayectoria en el medio escrito con mucho agradecimiento al prometer que “fueron unos años muy enriquecedores”.
Al incidir en el aspecto de las pasarelas, la entrevistada se entristece por contemplar como “la primera fila se reserva a los famosos” y considera que es así porque “son el gancho, desgraciadamente”. En esto ve uno de los problemas del periodismo de moda, que sólo tiene un buen lugar en las revistas especializadas, pero “el diario lo considera una frivolidad y una pérdida de tiempo y dinero”. Frivolidad es un concepto que el gran público asocia a la moda, así que consulto su opinión al respecto. “La ignorancia es muy osada. Es mucho más fácil negar las cosas que enterarse de ellas” y añade, risueña, “eso no lo digo yo, lo dijo Larra, que ya fue un visionario”.
Nuestra experta relaciona moda con palabras tan llenas de significado como “cultura, economía, sociología, antropología, estética, arte”. Parecen brillarle los ojos cuando habla de cómo un traje de Balenciaga jamás pasará de moda o algunas de las creaciones de Courrèges.
No puedo evitar sentir curiosidad y le pregunto cómo descubrió que quería dedicarse a la moda y se le posa en el rostro una sonrisa nostálgica. “Es un recuerdo personal muy entrañable para mí”, y con una cercanía innegable me cuenta cómo durante su baja maternal, gracias a que “fue un niño muy bueno”, pudo aprender más sobre ella. No perdió el tiempo, y en cuanto volvió al trabajo le propuso a su director destinar un espacio a su nueva pasión. Quién podría decirle que no.
Sabiendo que en el exterior del Salón de Grados la esperan entre copas y canapés, no quiero retrasarla, pero me resulta imposible irme sin antes preguntarle por su experiencia como bloguera. Inmediatamente me corrige “soy una periodista que tiene un blog, no una bloguera al uso”. Considera telademoda.com como otro medio de comunicación más que ha desarrollado “otro tipo de escritura y enfoque” y que obliga a tener un mayor control de lo que escribe, ya que “tiene que ser ameno: la gente no quiere leer mucho, busca cosas cortas y contundentes”.
“El periodista tiene que informar, formar y entretener” afirma de forma rotunda. Me confiesa que le encanta visitar otros blogs porque “para opinar, tienes que conocer” y considera que “el blog serio y riguroso saldrá adelante, y los demás se quedarán en el camino” cuando le pregunto por la cantidad de blogs de moda que puebla Internet.
Para terminar, vuelve a desplegarse esa sencillez que ha demostrado a lo largo de la entrevista y el encuentro cuando me dice que aprende “con una mirada, una sonrisa, un gesto. No tiene que ser alguien intelectual para enseñarme”. Ahora considera que “hay que ir cediendo el testigo y creo que el máster es un buen sitio para transmitir todo lo que hemos aprendido”.
Mientras recojo el improvisado estudio de grabación, le agradezco su tiempo y me regala un “gracias a ti. Ahora nos vemos fuera, ¿no?”, y allí proseguimos con una conversación algo más informal y breve, y un intercambio de contactos. Me marcho pensando que, si me planteo entrar en el mundo de la moda, es por personas como Clara.
Laura Manzano Zambruno.
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