jueves, 20 de diciembre de 2012

Transexuales, esos grandes desconocidos



La situación de los transexuales en España ha cambiado mucho en los últimos años.
Muchas personas siguen asemejando a los transexuales con el mundo de la prostitución y el espectáculo. Lo cierto es que esto se debe al desconocimiento sobre estas personas. Homosexuales y bisexuales han ido consiguiendo poco a poco la aceptación de la sociedad pero los transexuales lo están teniendo más difícil.
Durante el franquismo, gays y transexuales fueron encarcelados y maltratados debido a la Ley de vagos y maleantes de 1954. Se pretendía erradicarlos mediante palizas y hambre. En cambio, en 2007 aparece la Ley de identidad de género, la cual demuestra que sus derechos son iguales a los del resto de personas. Esta ley también permite a los transexuales cambiarse de nombre sin necesidad de pasar por el quirófano. Para ello es necesario cumplir dos condiciones: llevar al menos dos años viviendo de acuerdo al nuevo sexo y que un médico te haya diagnosticado disforia de género.
Laura Navarro: “Antes de comenzar el cambio era una persona solitaria, triste y aburrida.”
Según la Organización Mundial de la Salud, la transexualidad está catalogada como un trastorno mental, lo que ha desencadenado en numerosas manifestaciones. Hace aproximadamente un año, el Parlamento Europeo acordó eliminar su consideración como patología, muestra del considerable avance que ha notado este sector de la sociedad.
Laura Navarro es una mujer de 30 años que se cambió de sexo hace 4. Ella afirma que ahora está mucho más integrada en la sociedad que antes y es más sociable. “Antes de comenzar el cambio era una persona solitaria, triste y aburrida” son algunas de las palabras de Laura sobre su pasado. Por suerte, no tuvo que cambiar de ciudad ni de trabajo y actualmente se siente totalmente realizada. Aún así, algunos de los amigos de Laura no tuvieron la misma suerte.

Estos cambios se hacen posibles gracias a que la seguridad social cubre los gastos de las cirugías de reasignación de sexo en España. Andalucía fue pionera en implantar el tratamiento integral pagado con dinero público, aunque el tiempo de espera aún es de un año o año y medio. Además, solo hay cuatro unidades de identidad de género en España: Málaga, Madrid, Barcelona y Bilbao. Esta práctica no está permitida para los menores de 18 años. Algunos no son partidarios de dar tratamientos hormonales a los menores, otros optan por administrar unas hormonas inhibidoras que frena el desarrollo de las particularidades de cada sexo. Dicho tratamiento es reversible.
La detención de estas operaciones subvencionas daría lugar a recurrir a otras alternativas más peligrosas como inyectarse silicona líquida en pechos u nalgas. Sin olvidar que muchos acabarían en la prostitución para conseguir el dinero y poder operarse. Por lo tanto, eliminar el cambio de sexo de la sanidad pública es contraproducente, pues daría lugar a infecciones y otras enfermedades como el SIDA.
Son múltiples los prejuicios que hacen que la idea de que la transexualidad no es una enfermedad choque con que necesite tratamiento médico. La solución a este conflicto se encuentra en la diferencia entre un proceso biológico que debe ser subsanado y un trastorno que necesita tratamiento.
Antonio Poveda: “Entre el 60 y 80% de los transexuales se encuentra en paro.”
Muestra del crecimiento de aceptación hacia los transexuales son los numerosos estudios que se realizan. Un estudio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, del Hospital Clínic de Barcelona y la Universidad de Barcelona ha confirmado que la transexualidad tiene un origen biológico. La corteza cerebral de las mujeres es más gruesa, característica que comparte con los hombres transexuales. En el caso de mujeres transexuales, uno de los núcleos subcorticales del cerebro presenta una masculinización por su semejanza al volumen del masculino.
La mayoría de transexuales sufren problemas familiares, de inadaptación a la sociedad y falta de educación debido a que dejan sus estudios antes de lo normal. Como consecuencia, entre el 60 y 80% de los transexuales se encuentra en paro, según dice Antonio Poveda, presidente de la Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales.
El índice de suicidios es aún muy elevado y es necesaria una serie de políticas de discriminación positiva para llegar a una situación de igualdad. 

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